domingo, 4 de diciembre de 2011

LO ESCRIBÍ PARA MIS NIETAS CRISTINA Y MIRIAM LEDESMA PÉREZ.

EL DIAMANTE. (Cuento)


Érase una vez un chico llamado Torcuato, el cual nunca se encontraba satisfecho consigo mismo. Su familia le decía que era muy torpe, que no hacía nada bien y creía que nadie le quería, por este motivo siempre se encontraba irritado y de mal humor.
Su estado anímico fue empeorando día a día, lo que le supuso entrar en una grave depresión. Sus padres le propusieron que visitara a un mago que vivía en lo más alto de la montaña, se llevó algunas cosas de su casa y se puso a caminar hacia la montaña.
Una vez allí, encontró al mago labrando la tierra, ya que se aproximaba la época de la siembra. Cuando el mago lo vio, dejó su arado y se fue hacia el chico. - ¿Qué quieres?- Le preguntó.
El chico comentó al mago todas sus penas y melancolías, rogándole pusiera un remedio para sus males; el mago, después de oír atentamente al muchacho, le dijo:
-Veré lo que puedo hacer por ti.-
 Y buscó de entre sus ropas una piedrecilla cuyo tamaño se asemejaba a un huevo de  gorrión, lo puso en las manos del chico y le dijo. -Vende esta piedrecilla pero no por menos de una moneda de oro.
El muchacho, todo ilusionado, se marchó a un mercado que había en un pueblo próximo, y empezó a ofrecer a todo el que encontraba a su paso la piedrecilla. Es bonita, pero no vale más de un real. Otros, visto la cara del muchacho y ante la necesidad de comer que tenía, decidieron cambiarle la piedrecilla por un trozo de pan. El se opuso a todo, pero para desgracia (de sus males), tropezó con un medio borracho y le ofreció su piedrecilla por una moneda de oro, este consideró que quería mofarse de él y engañarlo, así que le dio una tremenda patada que lo distanció unos metros; visto lo cual el chico quiso probar fortuna en una aldea muy próxima a donde se encontraba. En esta aldea aun le fue peor, nadie se paraba ni siquiera para ver lo que pretendía venderles.
A lo largo del mucho tiempo un señor se paró y le preguntó que cuánto quería por su piedrecilla, porque en verdad era muy bonita - ¡Una moneda de oro, señor!- exclamó el chico.- ¿Una moneda de oro? Y se alejó de él pensando que estaba loco. Aburrido y entristecido el chico decidió volver a ver al mago y le contó el poco aprecio que hacían a su piedrecilla, entonces el mago se puso a pensar un momento y le dijo: -es muy importante lo que acabas de contarme, ¿Pero, no sería más importante conocer el verdadero valor de esta piedrecilla? Mira, la vas a llevar a un joyero amigo mío, que vive en la ciudad, él, como experto, nos podrá decir su valor, y dile que la quiero vender y cuanto te puede dar, no importa lo que te vaya a dar por ella, tú no se la vendas por nada, regresa aquí con la piedrecilla. El muchacho, como no tenía medios para ir a la ciudad, el mago lo recomendó a un ermitaño vecino suyo, que tenía una carreta tirada por dos bueyes  e iba semanalmente a la ciudad; el chico visitó al ermitaño que se encontró muy animado por llevarlo a la ciudad. Un jueves partieron hacia la ciudad donde el pobre ermitaño pretendía vender unos haces de leña que encontraba en el bosque cercano y así ganar unos céntimos, los cuales invertía en comida para la semana; el ermitaño era un hombre ya mayor y apenas podía tirar de las riendas de los bueyes. Entonces el chico decidió tomar las riendas del carromato con la intención de ayudarle y adelantar tiempo, cuando en medio del camino uno de los bueyes se encontró indispuesto y hubo que llevarlo con mucho esfuerzo a una vieja medio bruja que vivía cerca del lugar donde se encontraban. Cuando al fin llegaron casi extenuados, salió la vieja hechicera y se compadeció del hombre mayor y del chico que le estaban diciendo que sanara al buey; muy habilidosa, la vieja preparó un brebaje a base de cocer unas hierbas muy secas en una olla de barro ennegrecida por el uso, le añadió unas gotitas de un líquido verde que se encontraba en el interior de un bote de cristal lleno de telarañas, una vez hecho el brebaje, lo dio a beber al animal con mucho esfuerzo y fatiga, al cabo de un rato el animal se encontro un poco mejor y decidieron continuar el viaje, no sin antes dar las gracias a la hechicera y dejarle un haz de leña como pago a su buen hacer. Mientras marchaban hacia la ciudad, Torcuato volvía a lamentarse de su mala suerte y se quejaba constantemente. Cuando al fin llegaron a la joyería, el joyero, examinó la piedrecilla que le enviaba su amigo el mago, la examino y miró detenidamente, volvía a examinarla con su lupa, luego la pesó y le dijo a Torcuato, dí a mi amigo el mago que si la quiere vender yo no puedo darle más de doscientas monedas de oro, pero yo sé que con el tiempo podría sacar por ella unas trescientas monedas de oro, pero si la venta es urgente...el joven casi cae muerto del susto por la fortuna que le daban por la piedra, salió corriendo a casa del mago en un caballo que el joyero le prestó. Cuando el mago lo vio llegar y después de escucharle detenidamente toda la historia que le contó le dijo: ves como un experto sabe evaluar lo que vale una joya, pues bien, quédate conmigo, me ayudarás a las tareas del huerto y te enseñaré a aprender un oficio. Pasado un tiempo el chico consideró que hacia tiempo que no veía a sus padres y decidió marcharse, ya que había adquirido conocimientos más que suficientes para poder ganarse la vida y, curado de la depresión que tanto mal le hacia, se despidió del mago y este le entregó dos panes, uno para que se lo comiera por el camino cuando tuviera hambre, y el otro para que lo compartiera con sus padres, él se comió por el camino el que le había indicado el mago y cuando llegó a casa de sus padres lo recibieron con  mucha alegría. Por la noche se pusieron a cenar y Torcuato sacó el pan que llevaba en su mochila y lo puso en la mesa para compartirlo, el padre bendijo el pan, como era costumbre en la casa, y al partirlo empezaron a caer monedas de oro al suelo, las contaron y había trescientas monedas con una nota que decía: Amigo Torcuato, tu eres como la piedrecilla que nadie ha sabido valorar, era una joya valiosa y única, solo ha podido evaluarla un experto, las personas que no han confiado en ti, no supieron apreciar ni descubrir tu verdadero valor. Ahora eres rico, esa piedrecilla por la que nadie daba nada la vendí al joyero en su justo valor, son las monedas que te envío con el pan, como pago por el trabajo que has realizado por mí y el cariño que me has dado. Nunca me pediste nada, pero yo aguardaba este momento para recompensarte. Acuérdate de quien supo encontrar en  ti la grandeza de tu valía. Hasta siempre. 


sábado, 18 de junio de 2011

HACE TIEMPO QUE ESCRIBÍ ESTE CUENTO A MIS NIETAS, CRISTINA Y MIRIAM.



Horror a la mar. Cuento.




Cris, era un niño muy bueno, cariñoso y muy simpático, apenas contaba seis años de edad y ya leía y escribía correctamente, las cuentas no se le daban tan bien, pero iba saliendo.


Su profesor estaba muy contento con él, era hijo único y estaba muy mimado por sus padres y abuelos.



Su padre, era un marinero muy querido y admirado por todos sus compañeros. Se tiraba grandes temporadas en el mar, y Cris lo echaba mucho de menos, sobre todo porque tenia muchas ganas de ver el mar que aún no lo conocía, a pesar de vivir muy cerca de la playa, casi a unos nueve kilómetros.



Su padre en el último viaje que hizo,  llegó a casa muy triste, había venido con permiso de diez días para descansar, ya que había estado casi mes y medio en alta mar.



Digo que el padre de Cris llegó a casa muy triste, ya que el capitán del barco enfermó y estaba muy grave, motivo por el cual tuvieron que regresar a tierra, donde los esperaba una ambulancia para llevarlo urgentemente al hospital.



Lo acompañaban dos marineros, de los quince que forman la tripulación del barco, uno de los marineros era el padre de Cris.



El capitán, con voz entrecortada iba dándoles consejos a los dos marineros que le acompañaban, entre ellos nombró al padre de Cris capitán del barco, mientras que él se encontrara enfermo.



Cris, en estos días de descanso de su padre, volvió a decirle que ¿Cuando lo iba a llevar ver la playa? Ya que tenia muchas ganas de conocer la mar. Esta vez su padre lo complació y lo llevó, el niño quedó entusiasmado al ver la grandeza del mar, pero no llegó a poner los pies en el agua, el mar estaba enfurecido y había un gran oleaje.



Cris, llegó muy contento a su casa, y fue contándole a su madre y a sus abuelos lo bien que se lo había pasado y la inmensidad del mar.



A la mañana siguiente Cris se levantó muy temprano, le hizo prometer a su padre que lo llevara en el barco en uno de sus viajes, a lo cual su padre lo complació, prometiéndole que cuando cumpliera doce años lo llevaría con él.



El tiempo se pasó muy rápidamente, y el padre de Cris no tuvo más remedio que cumplir su promesa, ya que recientemente acababa de cumplir la edad convenida.



Zarparon un jueves del mes Junio. Los marineros se encontraban muy a gusto con su nuevo compañero de viaje, y le fueron enseñando todo el manejo del barco, los instrumentos de navegación le encantaron, así como el mapa,  en el que su padre iba marcando las coordenadas con un compás que su abuelo le había regalado, cuando se embarcó por primera vez como marinero.



Cuando llevaban seis días en alta mar, Cris observó una noche que en palo mayor del barco se formaban unas lucecitas que resplandecían mucho, el niño preguntó a su padre lo que significaba aquello, y su padre le contestó que se trataba de los fuegos de San Telmo, señal inequívoca de que se avecinaba una tormenta.



A la mañana siguiente, efectivamente empezó a tronar y los relámpagos indicaban que los rayos estaban cayendo muy cerca de donde se encontraban ellos, se formaron olas de gran altura unidas a un fuerte viento.



De esta manera estuvo unas tres horas, la mala fortuna quiso que un rayo partiera una de las velas mayores, y quemara los instrumentos de navegación, así como el timón del barco, el cual quedó a la deriva.



En estas circunstancias todos estaban muy asustados, máxime cuando se abrió una brecha en el casco del barco y empezó a hundirse muy lentamente, los marineros avisaron a su capitán de que el barco se iba a pique; éste ordenó a la tripulación que se pusieran el salvavidas, y se arrojaran al mar, así lo hicieron, y Cris también se lanzó al agua.



Cris, no tenía salvavidas y casi estaba a punto de ahogarse, cuando su padre que lo estaba buscando por todo el barco y no lo encontraba, oyó un grito de ¡Socorro! que provenía del mar, era la voz inequívoca de Cris que estaba pidiendo auxilio. Su padre se quitó su salvavidas y se lo arrojó a su hijo al agua, sin pensar en el peligro que él correría cuando se lanzara al mar, -Esto es un gesto muy natural en un padre que esta siempre dispuesto a arriesgar su vida por salvar la de su hijo-.



Cuando el padre de Cris vio que el barco no tenia remedio y que le quedaba muy poco para hundirse se lanzó al agua y empezó por buscar a su hijo, este lo encontró a los
pocos minutos casi extenuado, le colocó bien el salvavidas, cuando una ola gigantesca lo arrastró hasta la orilla de la playa, Cris estaba casi muerto y medio inconsciente, cuando se le oyó soltar una palabra muy tenue, llamando a su mamá y a su papá.



Otra ola arrastró a su padre a la orilla, allí permaneció un gran rato, hasta que se despertó, tenia en la cabeza una herida y sangraba con abundancia, posiblemente recibió un golpe con algunos de los tableros del barco, porque aparecían dispersados por la arena de la playa. Se irguió, con mucho trabajo porque le dolían todos los huesos y lo primero que hizo fue rasgarse la camisa, y ponerse una especie de venda con ella, y así trató de contener la hemorragia.



Enseguida fue a buscar a su hijo, recorrió la playa y no encontraba nada más que restos de la embarcación, hasta que al fin a unos trescientos metros divisó unos bultos en la playa que le parecieron personas, corrió como pudo, y efectivamente, allí se encontraban los marineros del barco así como su hijo, todos extenuados y semiinconscientes.



Se arrojó sobre el cuerpo de su hijo, y como pudo, fue haciéndole la respiración artificial y poco a poco Cris  fue recuperándose y se reanimó un poco, Cris apenas descubrió la silueta de su padre se abrazo a él llorando amargamente, los demás marineros que se encontraban mejor, ayudaban a los otros a recuperarse.



Cris y su padre que eran los que mejor se encontraban, anduvieron unos metros y el padre de Cris tubo la suerte de encontrar una barrica de las que llevaban en el barco y que contenían unos alimentos, dieron voces a los demás marineros, que acudieron lo más pronto que pudieron, con gran avidez dieron buena cuenta de los alimentos que contenía la barrica, a los marineros que no habían podido llegar,  les guardaron su parte de comida, y empezaron a dársela con mucha calma y cariño.



Uno de los marineros que era muy fuerte y estaba más ágil, dijo a sus compañeros que iba a buscar sitio donde poder pasar la noche, ando casi unos ochocientos metros, cuando divisó la silueta de una persona, se acercó un poco más, y efectivamente se trataba de un pescador que estaba intentando de pescar con su caña de carrete en la orilla, ya que la mar se había ya calmado. El marinero, después de saludar al pescador, le contó toda la odisea que habían pasado, el pescador le escuchaba muy asombrado, se compadeció de los marineros,  recogió su caña de pescar, y con gran agilidad y  destreza, se fue a buscar un furgón que tenia aparcado muy cerca del lugar donde se encontraban, subió al furgón a unos cuantos marineros, los que cabían en su pequeño furgón, los llevó a su casa, dejándolos al cuidado de su mujer, la que los iba reanimando dándoles un buen tazón de leche muy caliente, mientras que su marido llamaba por
teléfono a un puesto de socorro, para que auxiliaran a los marineros que habían quedado en la orilla de la playa.



Todos fueron atendidos por Cruz Roja, y una vez restablecidos fueron evacuados a sus respectivos domicilios para que se recuperaran definitivamente.



Cris después de haber pasado aquel susto tan tremendo, todas las ganas que tenía de ver la mar y de embarcarse, se le quitaron por completo, y no permitía que nadie hablara de esta odisea.



Los padres de Cris una vez que comprendieron que ya estaba totalmente recuperado, lo enviaron al instituto, aquí comenzó una nueva aventura para él.



Cris, asistía asiduamente a clase, le gustaba mucho aprender y se interesaba por todos los temas, todo marchaba bien, hasta que sus compañeros de clase lo invitaron a ir a la piscina, por no desagradarlos fue con ellos, pero al ver tanta cantidad de agua, vinieron a sus recuerdos el naufragio que tres años antes le habían marcado para siempre, sus compañeros de clase no hacían nada más que decirle que se bañara, a lo cual él decía que estaba un poco resfriado y que le molestaría mucho, aunque había algunos  compañeros que empezaron a decirle que era un gallineta y un miedica.



Al día siguiente, en clase todos sus compañeros se mofaban de él, Cris se encontraba muy aturdido y acomplejado, ya no quiso ir a la piscina cuando a la semana siguiente gran parte de sus compañeros decidieron ir a refrescarse y hacer natación, en esta ocasión se fue corriendo a casa, y sin decir nada a nadie, se encerró en su habitación. Allí, tumbado sobre su cama lloraba de rabia por no atreverse a estar con sus compañeros, por la vergüenza que le entraba cuando le decían gallineta y miedica, se encontraba tan contrariado, que incluso llegó a contraer una gran depresión, por este motivo, empezó a estar en solitario, y ya en clase casi no se relacionaba con ningún compañero.



Así estaban las cosas y fue pasando el tiempo, hasta que un día, hacia la mitad de curso apareció en clase una nueva alumna. Se llamaba Paqui y, a pesar de su bonito pelo rubio, era muy fea, regordeta y con cara de pocos amigos.



La profesora, la señorita Miriam, presentó a la nueva alumna al resto de la clase, explicándoles que era de origen brasileño y que sus padres habían venido a España por motivos de trabajo, la señorita Miriam, recomendó a los alumnos  y alumnas que le ayudaran en todo lo que pudieran, los chicos de la clase cuchicheaban entre ellos – que  fea es, y que gorda está, aunque todos coincidían que su pelo era muy bonito.



Tras acabar las presentaciones, la profesora indicó a la nueva alumna que se sentara junto a Cris que se mantenía callado en su asiento, este se puso tan colorado y puso tal cara de sorpresa, que todos empezaron  a carcajearse.



La niña, nerviosa por aquellas risas, cuyo motivo no comprendía, acabó tropezando, cayendo estrepitosamente contra el suelo, toda la clase empezó a reírse de ella, menos Cris que se levantó corriendo del asiento, le ofreció su mano y le ayudó a levantarse, ella se quedó mirándolo muy enrojecida, sus ojos estaban llorosos, y punto de estallar en llanto, aunque la mirada  entristecida que dirigió hacia Cris, mostraba cierto brillo de agradecimiento y muy tímidamente le dijo –gracias-, mientras la clase entera no paraba de reír.



La señorita Miriam se acercó a Paqui mientras que gritaba muy enojada: - ¡Callaros todos, al primero que se ría lo castigo! ¿No os da vergüenza de burlaros de un accidente? Así recriminaba a los alumnos por su mal comportamiento y reírse de una compañera, y... Acercándose a Cris lo felicitó, diciéndole, ¡Muy bien Cris! eres todo un caballero, así me gusta...


Cris, bajó la cabeza avergonzado por el inesperado halago de su profesora, aunque se sentía contento y orgulloso: Contento porque había ayudado a la niña, y orgulloso porque la profesora lo había felicitado por su buena acción.

Pasaron los días y los chicos y chicas de la clase seguían mofándose de Cris y de Paqui, cantándoles –El gallineta y la regordeta se van a casar-.



Poco a poco Cris y Paqui se fueron haciendo muy amigos, el uno y la otra se sentían muy a gusto cuando estaban juntos, y hablaban y hablaban sin cesar, sus caracteres eran muy similares y congeniaban muy bien, aunque el resto de la clase no paraba de incordiarles y cantarles estribillos.



Cuando ocurría esto Cris aconsejaba a Paqui: -Mira, tú no te enfades, porque si lo haces, entonces disfrutan más y no pararan de molestarte, si ven que tú no le haces caso, se cansaran y no se meterán más contigo.



La niña intentaba hacer caso a su amigo, pero le preocupaba mucho ver que no la aceptaban, ¿Porqué se meten conmigo si yo no les he hecho nada?



El pobre Cris, no sabía que contestar a su compañera, a fin y al cabo, que culpa tenia ella de si era fea y regordeta, o él mismo por tener tanto miedo al agua.



No hagas caso Paqui, los chicos de este pueblo tienen la fea costumbre de meterse con los forasteros, entonces ¿porqué se meten contigo, si tu eres del pueblo? Cris, no sabía como contestar, le daba vergüenza confesar a su amiga que le tenía pánico al agua.



Cierto día Paqui no acudió a clase, al día siguiente tampoco, ni al siguiente, Cris, la echaba mucho de menos y muy alarmado preguntó a su profesora si sabía algo de ella y a donde vivía, -No sé porqué no asiste a clase, pero te puedo dar su dirección-. Una vez anotada la dirección, cuando salió de clase, Cris, subió a su bicicleta y se fue al barrio donde le había indicado su profesora que vivía Paqui, la encontró llorando amargamente, hasta el punto de que Cris también se puso a llorar, pasaron unos minutos de esta manera, cuando Cris le preguntó que a qué obedecía su llanto, y cual era el motivo de no asistir a clase,  ella le respondió cabizbaja: -Es que no me atrevo a ir a clase porque se ríen de mí y eso me duele mucho- ¡No sé que puedo hacer! Cris, pensó que tenia que decirle a su amiga la verdad, y le contestó, -Se ríen de ti porque eres fea, y regordeta, ¿Qué?- replicó la niña que no le había oído bien-  -Es que eres fea, pero eso no importa, tu corazón es lo que cuenta y tú lo tienes muy lindo -Ya sé que soy fea pero yo no puedo hacer nada... Cris, se quedó pensativo un momento porque quería ayudarla, y entonces le dijo: ¿Porqué no pruebas a peinarte mejor el pelo, te puedes hacer unas coletas, y la ropa... la podías planchar todos los días e ir bien aseada, además, podrías ir todas las mañanas a nadar y así perderías peso...



Paqui, asentía con un leve movimiento de cabeza a todo lo que su buen amigo le iba diciendo, de pronto exclamó, -Pero si yo voy a nadar a la playa, ¿Tu me acompañarías?



Cris, se quedó pensativo e incapaz de contrariar a su buena amiga, -Bueno te acompañaré, pero con la condición de que yo no me bañaré- Paqui dio un salto de alegría, quedando para recogerla al día siguiente.



Cris, durante las siguientes semanas y antes de ir al instituto, acompañaba a su amiga a la playa, y nadaba una hora, sin que Cris se acercara a la orilla de la playa, pero si disfrutaba viendo como nadaba su amiga y compañera.



¡Venga Cris, métete en el agua que no está fría! –Es que no me he traído el bañador- y siempre tenía una excusa, hasta que un día Paqui le preguntó abiertamente. -Cris, ¿No será que le tienes miedo al agua?, Cris, al sentirse descubierto se sintió tan avergonzado que se levantó dispuesto a marcharse, Paqui, corrió tras de él hasta alcanzarlo y muy seria le dijo: -Pero si no pasa nada, a mi me da mucho miedo también de las cucarachas y cuando veo alguna si puedo me subo en una silla, así es que lo mío es mucho peor, Cris, aceptó a quedarse y ella siguió bañándose, mientras pensaba lo buena que era su amiga, que no se había reído de él y que merecía ser su amigo.



Poco a poco la niña empezó a dar un gran cambio, siempre iba bien peinadita, bien aseada y su ropa muy limpia, el ejercicio había hecho un milagro, porque de tanto nadar perdió los kilos que le sobraban.



Entre unas cosas y otras la niña que era tan fea, se estaba convirtiendo en una chiquilla preciosa, tenía unos ojos preciosos, y su pelo rubio se lo había dejado suelto, y su sonrisa irradiaba felicidad.



Tanto fue así, que todos los alumnos coincidían en que era una de la más guapa de la clase y envidiaban a Cris, por ser su mejor amigo.

Se aproximaba el final del curso, y la profesora propuso a sus alumnos el ir a la playa, para celebrar el buen comportamiento de todos ellos, que no  tenían que preocuparse
por la comida ya que ella prepararía todo. A Cris se le cayó el mundo encima, ahora no podía decir que no, y se sentía obligado a ir con toda la clase a la playa.



Así pues, fueron todos a la playa y se metieron corriendo en el agua, él se quedó en la orilla como de costumbre y se sentía avergonzado, pero estaba observando que sus compañeros de clase ya no se metían con él.



Permaneció tumbado en la arena contemplando como se divertían sus compañeros en la mar, y llegó la hora de comer, todo fue muy divertido, hicieron bromas, contaron chistes y se lo pasaron muy bien, pero de pronto se percató que su amiga Paqui no estaba allí, pues se había marchado, la buscó con la mirada y se tranquilizó cuando la vio nadando a los pocos metros de la orilla, levantando el brazo para saludarlo. La siguió mirando y súbitamente oyó que Paqui comenzaba a chillar, mientras que sus brazos se movían de una forma muy extraña: ¡Socorro! ¡Me ahogo! ¡Socorro!.



Sin pensarlo dos veces, y vestido como estaba, Cris salió corriendo, y se lanzó al agua, nadaba con mucha furia, hasta que llegó junto a su amiguita, la cual no paraba de gritar.



Cuando Cris llegó al lado de Paqui, esta se empezó a reír, mientras se bañaba tranquilamente. Se sumergió varias veces, y se acercó a Cris y le dijo muy contenta:
-¿Ves Cris? ¿Te das cuenta de que no era tan difícil?: Solo había que tener un motivo-.



Yo no me arreglaba y era muy fea, porque no tenía amigos que me importara que me vieran guapa, hasta que tú me ayudaste. Tu tenias miedo a nadar, pero cuando he hecho ver que me ahogaba, has tenido un motivo, y sin pensar en nada más que en ayudarme. ¡Gracias Cris!



-Gracias a ti Paqui, tú me has enseñado a no tener miedo al agua. Tras una carrera hacia la orilla de la playa, -que por cierto ganó Paqui-. Salieron del agua y sus compañeros y compañeras les aplaudieron a rabiar, muy contentos y orgullosos de tener unos amigos tan buenos como Cris y Paqui.


Ese día aprendieron una nueva lección, que se resume en breves palabras, consiste en que cuando existen motivos, se pueden mover montañas, y que un buen motivo es querer y ayudar a los demás.




Dedicado a mis nietas Cristina y Miriam Ledesma Pérez.

sábado, 16 de abril de 2011

ASI NOS QUEDO LA IMAGEN DEL ESPIRITU SANTO.




UNA PEQUEÑA HISTORIA SOBRE EL CERRO DEL ESPIRITU SANTO, EN VERA.
Como saben todos los veratenses, en la madrugada del pasado cinco de Marzo, un rayo dejó sin cabeza a la imagen del Espíritu Santo. El hecho ocurrió en la madrugada del viernes al sábado, la imagen del Sagrado Corazón de Jesús que se alza en lo más alto del mirador de Los Baños de la Reina, de la ciudad de Vera, decapitando así la imagen de siete metros sesenta de altura que representa a Jesús y que preside la ciudad desde el cerro del Espíritu Santo.
Numerosos vecinos y curiosos llegados de otros municipios como Cuevas del Almanzora, Mojácar o Garrucha, acudieron por la mañana al lugar para contemplar los desperfectos sufridos a uno de los símbolos más característicos de la ciudad.
Una vecina que además reside en una vivienda cercana a la imagen, no daba crédito a lo ocurrido. “Escuchamos una fuerte tormenta pero no pensábamos que nos íbamos a encontrar con esto por la mañana”, expresó. La cabeza ha caído a los pies del Monumento pero milagrosamente se ha salvado y podrá ser restaurada”, aclara. Además de los daños causados a la imagen, el rayo provocó en el lugar socavones y destrozó las arquetas existentes, así como hizo que un repetidor de televisión se quemara.
Un desafortunado incidente que ha servido para que muchos conozcan la existencia de uno de los principales símbolos de Vera, que además se ubica donde se encontraba anteriormente la ciudad.
Ante tal incidente el Ayuntamiento actual de Vera, va a proceder a la restitución de la parte dañada mediante un proceso de restauración ya iniciado, para que este emblemático lugar, declarado por la Conserjería de Cultura de la Junta de Andalucía BIC (bien de Interés Cultural) recupere su imagen tradicional, que ya ha pasado a los anales y la memoria colectiva de la ciudad.
Hace unos treinta años el Sagrado Corazón del cerro del Espíritu Santo dado a su estado de deterioro y con múltiples grietas esparcidas por todo el Monumento, fue reparado por el maestro de obras D. Miguel Fernández Casquet, con dos operarios, Diego Cayuela y Miguel “El Monejo” por encargo de un cliente para dar cumplimiento a una promesa que había ofrecido, consistente en su reparación y embellecimiento.
Fue una ardua tarea, debido a que el andamiaje así como todos los materiales tuvieron que transpórtalos sobre sus espaldas por una vereda zigzagueante teniendo que agarrarse constantemente sobre los matojos para poder subir.
La masa había que hacerla sobre la base del cerro, ya que disponían de muy poco espacio en la parte alta y el agua se la traían de sus casas.
Se montó el andamiaje, el cual y dada la envergadura de monumento, no llegaba en altura, teniendo que subirse mediante cuerdas sobre sus brazos y hombros hasta finalizar la restauración, que duró siete días y el presupuesto fue de cien mil pesetas.
En aquel momento ostentaba la representación de ayuntamiento D. José Salas Bolea y por parte de la Iglesia D. Juan Fernández Marín.
UN POCO DE HISTORIA SOBRE EL ESPIRITU SANTO.
En la ciudad de Vera, el afán de promover la devoción al Sagrado Corazón, llevó a la iglesia y a la corporación municipal a levantar un monumento en el cerro del Espíritu, este acontecimiento tuvo lugar el día 17 de julio del año 1949.
El proyecto inicial se llevó a cabo por parte del ayuntamiento. El cual fue ordenado construir por el alcalde D. Francisco Cervantes Ruiz, contemplaba una estatua de unos 4,50 metros de altura, más 3,10 de pedestal (en total una altura con su peana de 7,60 metros) con la cabeza, brazos y pies de piezas modulares de cemento, desconociéndose el autor de dicha escultura. Los brazos del Cristo, están levantados y abiertos en señal de protección. La imagen tiene sus pies sobre una media esfera que representa la tierra. Esta esfera tiene un diámetro de 1,10. Es necesario subir hasta los pies de la imagen para sentir el viento y una brutal sensación de inseguridad y vértigo, cuesta trabajo imaginar el andamiaje que debieron colocar y el aplomo necesario para trabajar en esas condiciones.
La instalación del andamiaje fue de madera para facilitar la elevación de los materiales, y la obra corrió a cargo del maestro de obras D. José Manuel Caparrós Gómez, con unos diez operarios, con una duración de la obra de un mes y medio, cobrando veinte pesetas a la semana. Según referencias, las piezas de la escultura llegaron desde Valencia, en cajones de madera, realizadas en moldes de cemento, y acompañadas de un plano para su montaje, las cuales y a pié de obra se ensamblaban con hierros. Todo este material se depositó en el cortijo del “Alforo” y para transportar las piezas se trazó una vereda zigzagueante para mejorar el paso de las parihuelas que transportaban dos operarios y los mulos de Frasquito Bascuñana “El Albejano”, que transportaban las piezas de la imagen y el agua de la fuente del molino.
El proyecto del monumento al Sagrado Corazón de Jesús del cerro del Espíritu Santo se inició realizándose un esfuerzo presupuestario digno de la ciudad, y estando de cura párroco D. Juan Fernández Marín. La ciudadanía depositaba sus aportaciones voluntarias para la erección de tan gigantesca escultura con un donativo de dos pesetas al adquirir el folleto de programación, editándose igualmente un cartel anunciador con la imagen del Sagrado Corazón (custodiado en el Museo Histórico Municipal de VERA.
La bendición e inauguración de la gran obra, provocó la llegada de numerosos personajes, estando invitado el Gobernador Civil y numerosos representantes de los pueblos del alrededor. Fue una sorprendente manifestación de fé.
Finalizaron los actos con la salida desde el templo hacia el Cerro del Espirito Santo, de la comitiva, autoridades, jerarquías, clero parroquial y obispo, así como el pueblo en general, acompañados de la banda municipal, donde el Prelado de la Diócesis D. Alfonso Rodenas García inauguró el monumento, y leyendo el Alcalde de Vera la fórmula de consagración de la ciudad al Corazón de Jesús.
La última restauración del Sagrado Corazón de Jesús, no fue hasta el año 2002, en la que se vio la necesidad de restaurar este monumento, bastante deteriorado por las grietas, y graffitis, intentando mejorar y embellecer toda la estructura y rehabilitar completamente este monumento, con motivo de la reconversión de este enclave en un Mirador Panorámico Turístico y Centro de Interpretación de la Ciudad Medieval de Bayra.
Vera es un importante crisol de culturas que abarca dos milenios de historia, desde la Barea cartaginesa, la Baria romana y musulmana hasta el nacimiento de la Vera actual.
Bajo el dominio musulmán, la población se trasladó de la costa al interior, en el Cerro del Espíritu Santo. Fue reconquistada en 1488 por Fernando el Católico. El ejército cristiano plantó sus reales en las inmediaciones y allí acudierón a prestar juramento de fidelidad los moros de las poblaciones de la comarca. En 1.494 los Reyes Católicos le concedieron el título de muy Noble y muy Leal Ciudad, fueros y reconocimiento como ciudad 
 
FOTO DEL ESPIRITU SANTO UNOS MESES ANTES DE LA TORMENTA.



ESPIRITU SANTO ANTES DE LA TORMENTA.



ESPIRITU SANTO DESPUES DE LA TORMENTA. 




 ASI QUEDÒ LA CABEZA DEL ESPIRITU SANTO, DESTRUIDA POR LA FATIDICA TORMENTA
 ¡QUE PENA!


sábado, 26 de marzo de 2011

NUESTRA SEMANA SANTA

SUBIDA DE JESÚS Y SENTENCIA

Jesús Nazareno procesiona por las calles de Vera con una multitudinaria y silenciosa compañía.
Al amanecer, y en silencio, los hombres de nuestra ciudad se disponen a acompañar a Nuestro Padre Jesús, una tradición que desde hace dos siglos se viene realizando en nuestra ciudad. Concretamente desde 1680.
Es tradición que solo procesionen varones, salvo en contadas ocasiones y como consecuencia de una promesa se ha permitido este privilegio a alguna mujer, situándose detrás de Nuestro Padre Jesús y con sus pies desnudos.
Los padres llevan a sus hijos desde muy pequeñitos inculcándoles su devoción a Nuestro Padre Jesús.
La procesión parte de la Ermita de San Ramón, pasando por la calle de La Plata y calle Mayor, hasta encontrarse con la Virgen en la Iglesia de la Encarnación situada en La Plaza Mayor.
Una vez llegada la imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno a la iglesia, la Virgen de las Angustias sale a su encuentro a la puerta de la Parroquia, situándose ambas imágenes en el pórtico de la iglesia, mirando de frente, Nuestro Padre Jesús a la derecha y Nuestra Señora de las Angustias a la izquierda, con su mirada hacia los fieles.
Antes de dar comienzo la sentencia de Pilatos, el párroco realiza el sermón y, concluido el mismo un soldado romano (Popularmente conocido como judío) pronuncia la sentencia de condena. Un silencio sepulcral inunda en todos los fieles, la sentencia es pronunciada a modo de saeta, quedando clavada en todos los corazones, el silencio se hace  cada vez aún más profundo, todos enmudecidos esperamos el final de la sentencia, la cual una vez concluida el soldado romano (judío) pide perdón a Jesús, para después romper en un inconsolable llanto. (Lo he presenciado yo) De esta manera queda finalizada la primera parte.
Tras un intervalo de una hora se inicia la segunda parte, popularmente conocida como “Procesión del Mediodía”.  Las imágenes como el “Lavatorio”  “La verónica” y “María Magdalena” por este orden, siguen el mismo trayecto, y al alcanzar la Plaza Mayor, se incorpora la imagen de Jesús Nazareno, en lugar de presidencia.
El recorrido procesional transcurre por la Calle Mayor, Plaza de Fernando V, Calle Alfredo Almunia, (Antes Estrella) Presbítero José Gómez, (Antes Pósito) Calle Isabel la Católica, Reconquista, Jacinto Anglada, Virgen la de las Angustias, hasta alcanzar de nuevo la Calle Mayor.
A nivel de la Plaza Mayor, la Corporación Municipal, concluye su acompañamiento y, el Hermano Mayor de la Real Archicofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno, agradece a todos su asistencia. El desfile procesional continúa hasta la Ermita de San Ramón, invirtiendo el recorrido inicial.
Al menos desde 1923 se sigue este itinerario para la “Procesión del Mediodía”
La actual imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno que sustituyó a la anterior, destruida en la Guerra Civil, fue tallada en Valencia en el año 1940.
Con anterioridad todos los pasos con sus tronos hacían su recorrido sobre ruedas, en la actualidad son porteados por los cofrades, que se sienten muy orgullosos de llevar sobre sus hombros a Nuestro Padre Jesús.
No he querido que pase inadvertido el mérito que tiene nuestra Banda Municipal de Música, en su trayectoria y desde hace varias décadas ha acompañado a Nuestro Padre Jesús. Se parten los corazones el escuchar el himno Nacional a la salida de Jesús de su Ermita.                  José  Ledesma Carretero.



EL PREGON Y LA SENTENCIA







SENTENCIA PRONUNCIADA CONTRA JESÚS DE NAZARENO

Esta es la justicia
Que manda hacer
El adelantado Poncio Pilatos
Presidente de la inferior Galilea
Aquí y en Jerusalén
Regente por el Imperio Romano
Dentro del palacio de la Archipresidencia
Juzgo sentencia y pronuncio
Que condeno a muerte a Jesús
Llamado de la plebe Nazareno
Y patria Galilea
Hombre sedicioso y contrario
A la ley de nuestro Senado
Y del Grande Emperador Tiberio César
Y por la dicha mi sentencia
Determino que su muerte sea en cruz
Fijado con clavos a usanza de reo
Por que aquí juntándose y congregando cada día
Muchos hombres pobres y ricos
No han cesado de remover tumulto
Por toda Judea
Haciéndose hijo de Dios
Y Rey de Israel
Y con amenazar la ruina
De esta insigne Ciudad
De Jerusalén y su templo
Y del Sacromonte
Negando el tributo al Cesar
Y por haber tenido el atrevimiento
De entrar con ramos y triunfos
Con gran parte de la plebe
Dentro de la misma Ciudad
De Jerusalén y el Sacro Templo de Salomón
Mando al primer Centurión
Llamado Quinto Cornelio
Que lo lleven por la alta Ciudad
De Jerusalén a la vergüenza
Ligado así como está azotado
Por mi mandamiento
Vaya en medio de los otros dos ladrones
Por todas las calles públicas
Que así mismo está sentenciado a muerte
Por hurtos y homicidios que ha cometido
Y de esta manera
Sea ejemplo de todas las gentes y malhechores
Así mismo mando por esta mi sentencia
Que después de haberlo traído
Por todas las calles públicas a este malhechor
Lo saquen de la Ciudad
Por la puerta de Págora
La que ahora es llamada Antoniana
Y con voz de pregonero diga todas sus culpas
En esta mi sentencia expresada
Lo lleven al monte que llaman Calvario
Donde se acostumbra a ejecutar y hacer
La justicia con los malhechores y facinerosos
Y allí fijado y crucificado en la propia cruz que llevare
Quede su cuerpo colgado entre los otros dos ladrones
Y sobre la cruz y en lo más alto de ella
Séale puesto el título de su nombre
En las tres lenguas que ahora más se usan
Conviene a saber
Hebrea, Griega y Latina
Y que en cada una de ellas y todas diga
Este es Jesús Nazareno rey de los Judíos
Para que todos lo entiendan
Y sea conocido de todos
Y así mismo mando
So pena de la vida y perdición de bienes
Que ninguna persona
De cualquier estado clase y condición que sea
Se atreva temerariamente
A impedir esta mí sentencia
Por mi mandada hacer
Pronunciada administrada y ejecutada con todo rigor
Según los decretos leyes Romanas y Hebreas
Y para que sea escarmiento de su malicia
Mando que en Jesús Nazareno
Se haga esta justicia
Por que quiso liberal y presto
Levantarse con Judea y todo su Reino
Yo Poncio Pilatos
Juez y Gobernador de la inferior Galilea
El que firmo y signo esta sentencia
Hoy día de Abril año de la creación del mundo 5232
Y en fuerza de esta sentencia
Todos decimos
Quien tal hizo que tal pague.


PROCESIÓN DE NUESTRO PADRE JESUS



BENDICIÓN DE LA ERMITA DE SAN RAMÓN

NUESTRO PADRE JESUS


A LA SUBIDA DE JESÚS.

Cofrades que portáis, con orgullo y honor
A Jesús Nazareno, nuestro Señor
Por esa calle de la Plata ¡Que duro caminar¡
Las gargantas se quiebran de tanto gritar.

Muy despacito caminando
Al pasar por la calle mayor
Yo me encuentro meditando
Como aguantas tanto dolor.

Coronado de espinas
Cargando con nuestros pecados
¡OH¡ Jesús tu caminas
Con tus heridas en el costado.

Hacia la iglesia caminas
Con cara de inocencia
Y con tu presencia divina
Te leen esta tu sentencia.


A NUESTRA VIRGEN DE LAS ANGUSTIAS.

Virgen de las Angustias, Patrona de Vera
Que a tu hijo crucificado esperas
En el rellano de las escaleras.

¿Cómo puede caber tanta pena?
En tu dulce y resplandeciente corazón
Por la condena sin razón
A tu hijo Jesús ¡Una persona buena¡

Una de las más grandes penas
Al pié de la cruz sufriste
Consuela con tu gracia mi pena
Y no me dejes estar tan triste.

Madre de todos los cristianos
Virgen de mis amores
Ruega por nosotros
Que somos pecadores.

José Ledesma Carretero.


SUBIDA DE JESUS. AL CENTRO D. FELIPE RAMALLO. HERMANO MAYOR
ERMITA DE SAN RAMÓN

D. JUAN MARIN, CURA PARROCO DE VERA

NUESTRO PADRE JESUS A LA SALIDA DE SAN RAMÓN


BANDA DE MÚSICA DE VERA, CON SU ANTERIOR DIRECTOR D. DIEGO GARRIDO
DESFILE DE LOS ROMANOS
DESFILE DE LOS REGULARES
BANDA DE CORNETAS
REGULARES EN LA PLAZA MAYOR
FUENTE DE LA GLORIETA

PROCESIÓN DE NUESTRO PADRE JESUS

VISTA INTERIOR DE LA ERMITA DE SAN RAMÓN EN SU REINAGURACIÓN 13-03-1993